martes, 28 de junio de 2011

Cap. 1

-           Hospital  Psiquiátrico




Estaba mirando a la cámara fijamente como ya era de costumbre para divertirme un rato molestando a los de seguridad y olvidarme un poco de esta mierda, cuando escuche voces que provenían del pasillo, me concentre un poco mas, para escuchar mejor lo que decían.

Dr.: Otro raro jajaja, parece mariquita con ese labial verde – en su voz se notaba desagrado y diversión, claro si a eso se le podía llamar “así”
¿?: No es un labial idiota – dijo furioso
Dr.: ¡Ja! Como digas, ahora mira muy bien a tu alrededor por que será lo que ultimo que veas muchacho – comenzó a reírse irónicamente el hijo de perra
¿?: ¿Porque no, mejor lo observas tú? – ese tono desafiante, Buah! Vaya que lo conocía bien así era yo

Entonces la puerta se abrió y pude verlo, el era diferente, aunque no tanto, parecía mas bien humano. Y también vi a ese idiota que no quitaba la vista de mis senos, ese hijo de perra debería estar aquí en vez de mí. 
Luego vi a la enfermera que los acompañaba, ¡claro! Era la amante del doctor; ¿Qué cómo lo sé?, bueno en una de las tantas veces que me he quedado mirando a la cámara de vigilancia, los de seguridad se fueron a su descanso diario de 2 horas y entraron ellos dos, mis oídos bastante desarrollados pudieron escuchar como fornicaban los idiotas, fue muy divertido, ella gritaba como si mataran a un animal y a el parecía que se le habían olvidado las palabras por que solo murmuraba. ¡En fin!, a empujones, metieron al chico a la habitación y cerraron la puerta y se fueron riéndose. 

El aun no levantaba la cabeza y yo solo me fui a mi cama, me senté y me puse a obsérvalo, estábamos demasiado quietos, hasta que comenzó a alzar la vista y sus ojos se fijaron en mi, así estuvimos un buen rato, y entonces me levante y entre al baño y me di una ducha, y al salir el solo me miraba y como no si solo tenia puesto un brasier top coobie y un bóxer, ¿Qué? No soy una puta o algo por el estilo que solo así me sentía cómoda durmiendo, aunque no tenia para nada sueño y me quede mirándolo otra vez, pero él solo pasó y entro al baño, escuche como el agua comenzaba a salir así que mejor me voltee y me tape con la cobija, mantenia cerrados los ojos aunque no podía dormir (algo era de lo más común para mi), unos minutos déspues escuche cuando salió del baño y me habló con una voz seria y de fastidio

Él: Aún no traen la mi cama?
Yo: Ni lo haran -  dije sin moverme -
Él: Entonces dormiré contigo primor - dicho esto se acomodó a un lado de mi cama -
Yo: Que crees que haces imbecil? - Dije molesta quitandole la mano de mi trasero -
Él: Vamos corazón - dijo tocandome de nuevo - esta será la primera de nuestras noches - dijo con tono seductor en mi cuello -
Yo: Imbecil no sabes con quien te metiste

Gire para verlo de frente y mis ojos habian cambiado, esta vez eran grises y las pupilas se volvieron blancas, mi cabello cambio de la misma forma, ahora era gris. Lo miré pero para mi sorpresa no se inmutuó ni un segundo

Él: Eres bellísima - Entonces sua ojos se volvieron verde esmeralda - al fin te encontre...

lunes, 27 de junio de 2011

Seres de Otro Mundo

Mérida, Yucatán – México
-        Octubre 2015          –

Mis padres me han internado en un Centro Psiquiátrico, creen que no soy igual a ellos, pero como iba a serlo si soy adoptada, pero sabíamos que esa no es la razón por la cual me encuentro aquí.
Me han hecho ya miles de estudios y me habían llevado con los mejores médicos, pero ninguno de ellos sabia lo que me pasaba, aunque yo me sienta en perfecto estado, ellos aseguraban que estaba mal.
Me han metido aquí por que hace unos meses, me enfurecí tanto que casi mato a alguien, ya que me habían gastado una mala broma, la peor de todas, mis hermanos siempre lo hacían pero esta vez se pasaron. 

-         Recuerdo         -

Recién llegaba de salir con una amiga, cuando entre a mi recamara y estaba hecha un desastre, las cortinas estaban cortadas, el baño estaba hecho un reguero, mi cama la habían volteado y llenado de algo color café asqueroso, que no tenia idea de que era, el piso lleno de mermelada, la mesita de noche que iba junto a mi cama estaba tirada, mis perfumes rotos y mi maquillaje manchando las paredes, no pude evitar lo que sucedió en un segundo mis pupilas se volvieron de un café claro a un intenso negro, mi piel ardía y mi cabello se torno rojo intenso. Baje las escaleras hecha una fiera, mientras que mi familia veía televisión en el living, me miraron y enseguida el miedo los cubrió, no me importaba lo que llegara a ocurrir, los fulmine con la mirada uno por uno, haciendo que se retorcieran de dolor, pude escuchar a Marcela, mi madre adoptiva, gritándome que me detuviera, pero nada podía detenerme ahora, mi hermano que tenia la misma edad que yo, 18 años, intentó sujetarme, pero con el mínimo contacto de sus manos con mi cuerpo, estas ardieron. Deje un gran caos en mi casa, juro que no era mi intención hacer tanto daño. Pero fueron ellos los que me provocaron.
Entonces desaparecí, pero luego de unos días me encontraron, y me encerraron aquí, no me oyeron, ni siquiera escucharon cuando les pedía perdón, solo dijeron: “Así como no te importo destruir nuestro hogar, no nos importara encerrarte aquí y ni creas que vendremos a visitarte, es lo que te mereces por no ser normal”.

-     De vuelta a la realidad     -

Desde entonces les tengo tanto resentimiento y odio.
Hoy se cumplen quince estúpidos meses que llevo aquí, es sofocante ver las 24 horas del día tan solo paredes blancas, sin ningún tipo de contacto con alguien, no se atrevían a pasar, las comidas y medicinas las pasaban por un agujero que le hicieron a la puerta, que luego volvían a cerrar, y así era la rutina de a diario, a excepción de esta noche.