domingo, 20 de marzo de 2016

Cap.5

Las uñas me habían crecidó y eran muy fuertes como para cortarlas con tijeras normales, hasta ahora nada les funcionó para hacerlas cortas de nuevo, utilicé esto a mi favor, el tiempo aquí me ayudó a concentrarme en lo que podía hacer y encontrolar mis acciones.
Deslice la uña entre las ranuras de la puerta, me detuve al llegar al seguro, el cual fue muy facil cortar, cada noche había desgastado un poco de el, para hoy ya estaba demasiado fragil, ¡Tirín!, se escucho y la puerta se abrió, usaba una blusa y un pantalón, como una paciente más, la construccón no tenía ventanas, ni un rayo de sol podía visualizarse, solo quedaba esperar...
5 minutos despues escuché como se acercaba la gente de nuevo y la puerta se abrió, entraron unos chicos con la camilla, de seguro otro experimento, lo tenian complatemente cubierto, 20 cientificos y doctores entraron junto con ellos, cuando la puerta estaba cerrandose, salí, noté que el lugar estaba lleno de camaras de vigilancia, no era problema ya habia manipulado las que estaban dentro del laboratorio. Me puse frente a ellas, la gente que me veía a travez de estas, las desconectoaron en automatico.
Con autela camine por los pasillos esquivando a cualquer personaje de seguridad, de repente todo se volvió rojo, esta era el color de las luces que iluminaban el lugar, sonaron las alarmas y se escuchaba la voz de un hombre por todas partes "Experimento Fugitivo", se repetia una y otra vez, apenas habian pasado 2 minutos desde que sali de esa jaula, tenía que ser mas rápida si quería salir de esa lugar.
Corrí hasta que vi una ventanilla de ventilación, era el escondite perfecto, demasiado obvio, pero perfecto, los techos no eran tan altos asi que con un brinco pude abrir la rejilla y con otro me sujete para entrar en este, acomode la rejilla nuevamente y espere. Las personas pasaban debajo, traían pistolas consigo, los cientificos gritaban que tenían que encontrarme lo antes posible ya que de ser libre, el experimento fracasaba y sus cabezas estaban en juego.
Cuando no escuche más, comence a moverme, no sabía a donde iba solo que era el camino correcto, ¿Intinto de supervivencia?, tálvez, dependía solo de este para lograr su objetivo.
¡Genial!, no hay salida. Al final de mi recorrido solo me topé con un pedazo de metal, pensé en volver, pero perderia demasiado tiempo, entonces logre escuchar voces al otro lado y ruido, pegué la oreja y ¡SI!, habian personas al otro lado, cuidadosamente empece a rayar quel fierro con las uñas, ¡Pan comido!, el metal era mas delgado de lo que creí y sedió tan solo unos minutos despues de comenzara a rasgarlo.
La luz entró de repente, mire a todos lados y no había nadie más que el ruido de los gigantestos ventiladores de la sala. Erá un hospital, bajé con cuidado, me aseguré de que no hubiera camaras y sali del lugar.
La libertad se sentía tan bien, extendí los brazos y giré dando grandes repiros, extrañaba tanto el aire fresco.
Había olvidado lo hermosa que era la puesta de sol en la ciudad. Unas religiosas que pasaban por el lugar se ofrecieron a darme comida ya que me negué a que me llevaran de nuevo al hospital, les conté, que esa gente solo me hacia daño y ellas cuidaron de mi. Les conté que no tenía padres ni familiares, se compadecieron y viví con ellas durante un par de meses, hasta que un día una hermosa pareja llegó al lugar. Estaban en busca de adoptar a una niña, ya que solo tenían hijos varones y eran ya mayores para un embarazo, miraban a todos los niños del lugar, pero me escogieron a mi. Todos nos sorprendimos ya que pensabamos que escogerian a una de las pequeñas, pero la señora dijo que yo era perfecta para ir con ella de compras y hacer todas las cosas que había soñado.

Usualmente los procesos de adopción son muy complicados pero, por raro que parezca tan solo un mes despues estaba en el automivil, dirigiendome a mi nuevo hogar. 
En el camino me contaban que tenia 3 hermanos más, Tom de 15 que era el mas pequeño, el mediano de 16, Luca y el mayor que estaba en sus 17 igual que yo, Axel.
La casa era hermosa, tan grande, simplemente magnífica. Al entrar, mis ahora hermanos estaban esperando en la sala, habían preparado una fiesta de bienvenida, todo se veía tan alegre a excepción de sus caras, sentía sus miradas, me analizaban de arriba a abajo.
Me presentaron con todos, tíos, abuelos, primos, amigos y demás. Ahora tenía un nombre Alexandra Truëchell. La nueva escuela era una maravilla, era muy popular y siempre había gente a mi alrededor.
Pero como esto no es un cuento de hadas, al cabo de un par de meses todos comenzaron a mostrarse como eran en realidad:

Alexa Truëchell: Mi nueva madre, una esquisofrénica - manipuladora
Timothy Truëchell:  Un adícto al trabajo, encerrado 24/7 en su despacho.
Axel Truëchell: Comenzó a hacerme la vida imposible en el colegio, les decia a todos que no eramos familia
Luca Truëchell: Este por su parte apoyaba los rumores, diciendo que era la sirvienta de la casa y que sus padres se habñian compadecido de mi, por eso estaba en ese colegio.
Tom Truëchell: El era manipulado por sus hermanos. Este se encargaba de molestarme en casa,  gastandome bromas de todo tipo.

Mi nuevos padres nunca prestaban atención a nada, los sueños de ir de compras con mi madre se esfumaban ya que solo le interesaba encontrar a la nueva amante de mi padre. Todo esto hizo que nos mudaramos en 4 ocaciones durante el año. De Estonia, nos mudamos a Francia, luego a Irlanda, incluso vivimos en Iceland hasta que llegamos a México, Mérida para ser más exactos. En este último se desató el caos, que me mantiene en mi nueva prisión....

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